La Biblioteca es el restaurante gastronómico del Hotel Alma, situado a escasos minutos del centro de Pamplona, ciudad con emblemáticos rincones marcados por los Sanfermines y por el Camino de Santiago. La ubicación privilegiada del restaurante permite disfrutar tanto del entorno urbano como de la naturaleza más auténtica, como por ejemplo el parque Arga, a escasos pasos del restaurante, marca la antigua frontera entre la ciudad y el campo.
Como el Alma de toda cocina de raíces, la gastronomía de Leandro Gil respeta sus orígenes en sus recetas y sus productos. Nominado a cocinero revelación del año (Madrid Fusión 2018) reinterpreta con elegancia y profundo respeto las mejores verduras de la ribera navarra. La cocina de Leandro es auténtica, creativa, emocionante, elegante, original, y atenta a las tradiciones que le forjan como persona y como cocinero.
“La Biblioteca: la esencia de la cocina del Alma”
SITUACIÓN
Beloso Bajo, 11 – 31006 Pamplona
HORARIO
Miércoles, Jueves, Viernes, Sábado y Domingo de 13:00h a 14:30h
Viernes y Sábado de 20:30h a 21:30h
CONTACTO
Teléfono: 948 293 380
Web: https://almahotels.com/pamplona/la-biblioteca/
EXPERIENCIA
[Agosto del 2020]
Por fin vacaciones, el mejor periodo del año para acumular nuevas experiencias en un camino llamado «vida». De ruta en coche hacia Arima Hotel (San Sebastián) hicimos una parada técnica para comer, habíamos salido desde Barcelona y ya se acumulaban unas cuantas horas sentados, pura improvisación ya que hicimos la reserva 30 minutos antes, buscando «los mejores restaurantes en Pamplona» desde la aplicación móvil del Tenedor .
Como el restaurante está dentro del hotel, aparcamos el coche en el garaje y subimos a la recepción. Paseando por el hotel buscando donde estaba la entrada del restaurante pudimos apreciar las diferentes zonas comunes, todas ellas minimalistas y con una decoración exquisita. Elegimos comer en la terraza, hacia buen tiempo y tenía unas vistas a un prado primaveral, ideal para relajarse, pero tengo que decir qué es más «elegante» comer en su zona interior.
Pedimos a la carta aunque también hay diferentes menús degustación que van cambiando con las estaciones del año. Todos los platos los compartimos entre 2 personas: para empezar, ensaladilla de bogavante y caviar, huevo corral con trufa y parmentier de patata, de segundo, chuletón de vaca vieja de 1 Kg con sus ricas patatas fritas (un poco aceitosas para mi gusto) y de postre torrija con helado. De bienvenida y como aperitivo nos invitaron a unos cogollos de Tudela de su propio huerto. También, antes y después del postre, nos deleitaron con unos bocaditos: bolas de piña colada que explosionaban en la boca y unos petit fours.
Para acompañar la comida, pedimos al camarero que nos recomendara un vino de la zona y nos sirvió un tinto de las Bodegas Otazu, nos encantó.
Como anécdota, si te fijas en las fotos de más abajo, el único plato del cual no tengo fotos y que no te debes perder si visitas el restaurante es el Chuletón de vaca vieja, por algo será 🙂
Meses antes de nuestra visita les habían concedido su primera estrella michelín siendo el cuarto restaurante en Navarra con estrella en conseguirlo.
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